En clase hemos visto como las obras de arte duran siglos hasta llegar a nosotros que podemos disfrutarlas, analizarlas y criticarlas. Pero hoy en día tenemos manifestaciones artísticas que duran apenas minutos y desaparecen para siempre. Gracias a las nuevas tecnologías este "arte efímero" puede perdurar tanto como queramos.
Pero ya en el siglo XV Piero della Francesca había teorizado sobre esta técnica de la pintura, que podemos ver en cuadros como el de Los Embajadores de Hans Holbein el Joven, que contiene a los pies de la tabla la anamorfosis de una calavera. Está pintada de manera que sólo podemos reconocerla con una vista rasante.
Para corregir la deformación y poder observar la calavera sin la utilización de un medio informático, nos podemos valer del dorso de una cuchara. De manera que el reflejo sobre la superficie curva y reflectante de la cuchara, corrige el efecto de la perspectiva en la pintura.
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